Viridiana, una
ética fundamentada en la compasión a partir del principio de individuación.
La filosofía
Schopenhauariana, ha hecho grandes aportes a la filosofía en general, los
cuales por desgracia han sido mal valorados, me remito entonces, a la mal
valoración partiendo del supuesto de que un filosofo que esboza con tal
facilidad la teoría kantiana, principalmente su ética, debería tener igual
relevancia en el lapso intelectual de cada época. Además pues, de que
co-relacionó la cosa en si kantiana, y el noúmeno; con su teoría acerca de la
voluntad y la representación, tal y como lo expresa en su obra cumbre: el mundo
como voluntad y representación.
Partiré entonces
de los aportes con los que Kant contribuyó a la filosofía según Schopenhauer,
aclaro pues, que serán los más relevantes y acordes para el tema en cuestión,
puesto que numerar las influencias del precursor del idealismo alemán
conllevaría a desviarnos de nuestra principal pretensión.
El primer aporte
es pues la distinción entre fenómeno y noúmeno. El objeto –en tanto que aparece
y es conocido- se denomina “fenómeno”; el correlato del objeto, considerado al
margen de su relación con la sensibilidad, se llama «cosa en sí», o bien
“noúmeno” (en la medida en que es algo solo inteligible).
Al tratar tal
distinción debemos pues distinguir dos sentidos a los que se refiere el
noúmeno:
• Negativamente: noúmeno significa una
cosa en la medida en que no puede ser reconocida por medio de la intuición
sensible.
• Positivamente, significa: un objeto
que puede ser conocido por medio de la intuición no sensible, es decir, por
medio de la intuición intelectual.
La distinción
entre fenómeno y noúmeno permite comprender por qué Kant denomina a su doctrina
“idealismo trascendental”: porque el espacio, el tiempo y las categorías
son condiciones de posibilidad de los
fenómenos de la experiencia y no propiedades o rasgos reales de las cosas en sí
mismas.
El segundo aporte
de Kant a la filosofía, se fundamenta en el significado del obrar humano a
partir de la tercera antinomia De La Razón Pura, donde mediante la idea de una
causalidad por libertad como primer motor de todos los fenómenos objetivos del
mundo, se logra construir una concepción de la misma que intenta superar la
visión utilitarista propia del pensamiento ilustrado y abrir las puestas para
que, desde el ámbito mismo de la razón, se tiendan puentes entre la reflexión
teórico-especulativa y la reflexión
práctico-moral, de tal manera que se trascienda el conflicto entre la fe y la
razón.
Otro de los
aportes consta de entender los sentidos negativo y positivo de la libertad
trascendental, a saber pues que el sentido positivo se entiende como la
posibilidad de iniciar (por sí mismos) una serie dentro del fenómeno, es decir,
del obrar humano. Y entender que en el sentido negativo, la liberta
trascendental se comprende como ese intento (tendencia natural) a trascender
los límites de la experiencia, es decir determinar las ideas incondicionadas
tales como la de Alma-Mundo y Dios.
En Schopenhauer
esta última noción cobra sentido cuando en aspecto positivo se lee a la
libertad como una noción heterónoma y vitalista; y por el aspecto negativo,
tenemos que, esta tendencia escolástica de probar lo intrascendente se entiende
como un impulso de la vida como fuerza vital que nos lleva a realizar
determinados actos por “irracionales” que parezcan.
La cosa en sí
kantiana, se entiende en Schopenhauer como la voluntad, pero con la diferencia
de que ésta si es cognoscible y esto se da mediante la vida, esta noción de
voluntad, se presenta pues como oposición a la razón .En el mundo como voluntad
y representación afirma: “La voluntad es el fondo en sí de la naturaleza
fenomenal… enseño que la voluntad es la esencia íntima de todas las cosas y la
llamo la cosa “en sí… la voluntad como cosa en sí no es su causa sino la
esencia misma de las cosas”
La voluntad como
realidad originaria y última, es la esencia de todas las cosas percibidas en el
mundo de los seres sensibles. Pera estas heterogéneas representaciones
epifenoménicas que se manifiestan en la naturaleza, no son sino simples
apariencias empíricas de esta única voluntad, que se oculta detrás de la
pluralidad de estas manifestaciones. El mundo de las objetivaciones perceptivas
no es nada más, que la superficie externa que al modo del “velo de Maya”, según
la metáfora de procedencia budista, usada por Schopenhauer, encubre la
verdadera esencia de la voluntad como único fundamento de la totalidad.
En la película de luis Buñuel: Viridiana, se
puede percibir con mayor auge, una de las caras del problema de la voluntad, vista desde la noción de compasión inclinada a la
caridad, viridiana, es una joven monja que decide ir a visitar a su tío a raíz
de unos problemas de salud de él, pero al llegar a la casa se encuentra que
mediante su parecido con la difunta esposa del tío , éste comienza a sentir
deseo sexual por la joven beata, hasta este punto podríamos empezar por
percibir el principio asceta que propone Schopenhauer como método para redimir
la voluntad, seguidamente, el tío decide suicidarse gracias al rechazo de la
joven , quien sintiéndose culpable decide abandonar el convento y dedicarse a
una vida de caridad cristiana.
Partiendo de la
idea de Schopenhauer, expuesta en el libro segundo de el mundo como voluntad y
representación, tomo I: (..) "toda voluntad es voluntad de algo, tiene un
objetivo, una meta de su querer: a fin de cuentas qué quiere o hacía qué tienda
esa voluntad que se nos presenta como la esencia en sí del mundo."
La discusión en
torno a esta cuestión, afirma Schopenhauer, radica en en el problema acerca de
la cosa en sí y del fenómeno y no de la voluntad, por lo que centrándonos en la
pelicula en mención, el problema del ascetismo puede verse también fundamentado
en el querer ayudar de la joven, Schopenhauer cree, pues que ayudar al otro
mediante el reconocimiento de éste como ser sufriente, es bueno, para
fundamentar una ética en cuanto a la compasión, en el película, el problema,
creo yo, se fomenta es porque la joven con la idea de ayudar a unos vagabundos,
se los lleva a vivir consigo, quienes en esa carencia de principio de
individuación, intentan violentar su integridad física y moral, y
hurtándole sus pertinencias.
Si bien sentir
compasión por el otro, contribuye a que tengamos una mejor representación de
nuestro mundo, la voluntad se vería claramente latente, puesto que satisfacer
ese deseo nos la redime, en Viridiana, parece mostrar, Buñuel que no contribuye
en nada, porque la mayor parte de nuestro tiempo somos seres egoístas, que
pensamos únicamente en la satisfacción de nuestros deseos y quereres, sin
importarnos el otro. la c´critica no se da únicamente por el hecho de sentir
compasión por el otro, sino que, se da principalmente por aquellos que
Nietzsche, tanto criticó, que es la auto compasión; a saber pues, que si sentir
compasión por el otro sin tener la mas mínima noción de reconocimiento,
sentirnos las victimas a partir de nosotros mismos y no por solidaridad, desata
un sin número de problemáticas que según, Schopenhauer nos llevará a un anhelar
sin fin. por que de hecho, la ausencia de toda meta y de cualquier límite
pertenece a la esencia de la voluntad en sí.
Esta película
fácilmente se podría contrastar con lo mencionado por Schopenhauer en Parerga y
Parapolimena, dice en el opúsculo: Aforismos sobre la sabiduría de la vida:
““El hombre prudente no aspira al placer sino a la ausencia de dolor”. […] Su
verdad se basa en que todo placer y toda felicidad son de naturaleza negativa,
mientras que el dolor es de naturaleza positiva. […] Cuando todo el cuerpo está
sano y en buen estado, con excepción de una pequeña herida o un punto doloroso,
aquella salud del conjunto no aparece ya en la conciencia sino que la atención se
dirige constantemente al dolor de la parte lesionada y desaparece la sensación
vital de bienestar.” Esta salud, vemos pues que no solo se pretende que sea
física sino también mental, lo que en la película estaría en una ambigüedad, ya
que Viridiana pretende ayudar, pero a raíz de ello, se le presentan
conflictos emocionales, que se generan con la represión sexual, que surge
mediante Jorge el hijo del difunto.
En consecuencia, tiene la más feliz fortuna
aquel que pasa su vida sin excesivos dolores espirituales ni corporales, y no
aquel a quien le caen en suerte las más vivas alegrías o los mayores placeres.
Pues los placeres son y siguen siendo negativos: la idea de que hacen feliz es
una ilusión que alberga la envidia para su propio castigo. En cambio, los
dolores son positivamente sentidos: de ahí que su ausencia sea la medida de la
felicidad en la vida.