jueves, 30 de abril de 2015

Hamlet...

Hamlet, una apología a la venganza.

La obra de William Shakespeare sugiere una gran variedad de temas, que para la época se considerarían bastante polémicos, la locura- bien sea real o fingida-, el adulterio, la traición, la doble moral; pero sin duda el tema que más interés me generó fue el de la venganza. A saber pues que la transformación del dolor en ira, es un proceso que además de meticuloso, resulta bastante prolífico para el autor en mención, nosotros, como lectores podemos percibir tal transcurso del personaje principal, Hamlet, puesto que a pesar de la apresurada boda de su madre con su tío, éste nunca sintió desconfianza de su tío Claudio. El deseo y la sed de venganza aparecen, cuando el príncipe se entera por boca del fantasma de su difunto padre, que su padre no había muerto naturalmente, sino por mano propia de su hermano, alguien en quien Hamlet había confiado ciegamente.

El dolor de la pérdida de su padre, y la traición que le producen sus seres amados, desata en aquel joven un deseo incontrolable por querer vengarse; el hombre por instinto natural quiere defender su honor a toda costa, y omite en medio de su furia irracional, que tal vez la venganza pasa por encima de todos, incluso de quienes no deberían estar afectados directamente.

Hamlet, como primera instancia se aprovecha de los rumores acerca de su supuesta locura, de la confianza de sus servidores y de su amabilidad y entrega a la hora de persuadir a los cómicos de que representasen una obra de teatro donde se expusieran las verdaderas razones de la muerte de su padre.

Seguido del acto, el Rey efectivamente comprende las intenciones del joven, y decide desistir de ver la obra, pero lo que no puede evadir es la culpa que le generó tal dramatización. Intenta rezar, pero sabe que esto no alivianará su culpa, y para descargar un poco la carga que le genera tal, se aferra a la idea de creer que tal vez el príncipe está loco, y sigue con su idea de enviarlo a Inglaterra. Pero para Hamlet no es suficiente con que el tío se sienta culpable sino que decide confrontar a su madre, para que ella también asuma las consecuencias de sus actos.


En la confrontación con su madre, el lector tiene a mí parecer, un shock de confusión que le genera el hecho de que el príncipe le dé muerte a Polonio, el padre de su amada Ofelia, el shock se genera porque a lo largo de toda la obra el lector cree que la demencia de Hamlet es tan solo una artimaña para llevar a cabo su plan macabro, pero en ésta muerte específicamente pareciese que el joven, si pierde su lucidez por unos instantes, tal vez cegado por la ira y la sed de vengar la muerte de su padre.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario